Obituary of Maria A. Lopez

La Sra. Maria López, a la edad de 91 años, partió con el Señor el 8 de noviembre de 2021, rodeada de todos sus seres queridos. Hija de Feliciano Almaguer y Ramona Perales nació el 2 de julio de 1930 en González, Texas. Se casó con el amor de su vida Simón López y juntos tuvieron 7 hijos. Felizmente vivió su vida como una fiel esposa, madre excepcional, abuelita y bisabuelita amorosa, una fiel sierva de Dios. Le antecede sus padres, su esposo, y sus hermanos. Le sobreviven sus 7 hijos: José Luis, Mario Alberto, Héctor, Rosalinda, Martha Imelda, Leticia, y Javier; Sus 17 nietos: Luis Alberto, Esgar Eliut, Daniel, Héctor Jr., Amabelly, Eber, Yvonne, Leslie, Priscilla, Alex, Eddie, Jaqueline, Edwin, Edgar, Yvette, Brenda, Vanessa; y 16 bisnietos. (Hablaremos en presente y en el pasado porque Maria está viva en el Señor y en nuestros corazones) Maria es la mejor mamá del mundo, porque ella no ha muerto, ella vive en el Cielo. Dedicó su vida a su familia. Su mayor felicidad fue darnos amor sin límites y como mujer de fe en Dios, siempre deseó que todos sirviéramos a Dios y fuéramos a los pies de Cristo. Maria era una persona muy generosa toda su vida, dejó una huella imborrable, fue una mujer valiente y guerrera. Dios hizo grandes milagros en su vida y le traía mucha alegría el oír la palabra de Dios y servir en la Iglesia. Ella dejó un legado muy grande para sus futuras generaciones. Fue de una generación trabajadora y tenaz en todo lo que ella emprendía. Aunque nació en Estados Unidos, ella era muy orgullosa de ser mexicana y de su México querido. Disfrutaba estar en su casa, especialmente en los veranos cuando toda la familia iba de vacaciones. Le encantaba su jardín en México, cocer, cocinar, y ver la selección mexicana jugar. Disfrutaba de la música de mariachi y jugar a la lotería mexicana por su buena suerte que siempre ganaba. Estamos en paz sabiendo que está celebrando en la presencia de Dios, con el amor de su vida Simón, y todos sus hermanos. Querida mami/abuelita, muchas gracias por tu amor incondicional, tu fe profunda, tu increíble bondad, tu dulce corazón, tu bella sonrisa, y todas tus hermosas bendiciones. Fuiste un gran ejemplo para nosotros. Descansa en paz.